lunes, 21 de diciembre de 2009

Asociación Ilicita VI

-Un tiro en una gamba o brazo nó....- me venía explicando el vigilante de la esquina.
-Tienen que ser dos...sabés por qué...?- proseguía.
Yo que sabía...así que...
-Por qué?-repregunté.
-Con un tiro vos haces daño, lastimás, ponele una vena, ponele una arteria.- bastante didáctica era su explicación, así que mientras esperaba el 24, le dediqué algo de mi atención.
-Con dos, ya empieza a jugar la probabilidad, o herís una vena y una arteria, o dos arterias, o dos venas...se pierde muchísima sangre- y le daba.
-...y créeme gordo, en la sala de Urgencias de cualquier hospital del conurbano, el proceso para decidir, es muy practico.- hablaba en un tono monocorde, lineal, afín a su preparación.
-...se considera la cantidad de sangre que los médicos van a tener que pedir a la sala de hemoterapia o al banco de sangre, se considera que esa sangre, escasa, va a ir a un delincuente...ecetera...ecetera- pero también hablaba con los vicios que su extracción sociocultural se lo permitían.
-...al final se termina por cortar por lo sano, es decir, amputando, sea el brazo o la pierna, o lo que sea.- acá hizo un alto, hizo un "corte" en su discurso, quizás para dar concordancia con la perorata mas "para", que "policial".
-...esto lo ví mil veces pibe, de principio a fin, desde el enfrentamiento, hasta la intervención en la salita de urgencias.-empezó de nuevo.
-...por eso ves a tantos en los semáforos pidiendo una moneda para el vino, sin una gamba o sin un brazo o en muletas o silla de ruedas, del impacto en la espalda no te cuento porque te vas a impresionar, no te quiero joder el día.-sus ojos resentidos tomaron una tonalidad renacentista, por esa actitud piadosa.
-...no soy un tipo impresionable...-me tenía que hacer el machito yo, igual con las "travesuras" que había visto últimamente, no se...por ahí me había vuelto menos impresionable, mas frío, casi tan hijo de puta como los actores que me representaban esa visceral tragedia diaria.
-...en la espalda es el peor disparo que podes recibir...mejor morite ahí, pero no salgas corriendo, un tiro en la espalda es una condena a una silla de ruedas, a la invalidez y a la lastima de los otros.-los altibajos que tenía este cana eran de locos, pasaba de lo táctico, a lo socialmente marginal y de ahí a lo poético.
En eso, en el semáforo paró el camión cebero de Julio, el tipo nunca frenaba, pero para mí que como lo vio al rati, frenó para no comerse una multa, que de cualquier manera no pagaría, ni en pedo, esta gente estaba al margen de todo. Submergencia Social Acelerada, una manera intelectualoide de describir como todo esto se estaba yendo a los caños.
Atrás, iban los enajenados de sus "colaboradores" (que increíble como el lenguaje corporativo se me iba ahincando, increíble no, coherente, "el oprimido adopta los códigos del opresor", el cana con el que conversaba era un ejemplo mas o menos de lo mismo), destrozando pedazos de carne y hueso, a hachazos, o golpeaban los caracúes, los costillares o las paletas, "de canto" contra los bordes de la caja del prácticamente destartalado camión, como una dualidad motorizada circulaba a los mangos por la ciudad, "camión destartalado-vacas destartaladas", destino final, pienso que la jabonería.
-A esos los tengo vistos.- Interrumpió mi silencio el azul.
-Ah si...?- Hice como si yo no los conociera.
-Cada tanto se mandan alguna, ya los voy a poner, el tema es con Julio, que es compadre del "subco", y no quiero perder la ropa.- Comenzaba a entender algo de ese complejo entramado que une la delincuencia con la actividad policial. En realidad no entendía nada, a lo sumo percibía, percibía algo jodido, algo denso, algo que olía peor que la caja del camión de Julio.
Justó vino el 24, por un acto reflejo dije:
-Bueno...- mientras le daba la mano.
-Chau, trapito.- me dijo, medio socarronamente, no entendí y me subí al 24.
El viaje al laburo no lo ocupé ni con la boludez del mp3, ni con los comentarios salidos de mi conversación con el cana.
Pero con un gusto pegajoso y amargo, me empecé a replantear esta cosa de la marginalidad. Del trato que de una u otra forma gustaba de establecer al menos en la superficialidad de lo dialectico, con este tipo de gente. En alguna oportunidad lo había admitido en voz alta, y como respuesta de mi interlocutor obtuve un naif:
-El que se margina sos vos...-
Me acuerdo que en ese momento me dieron ganas de reventarle la petaca de Whisky que tenía en la campera, en la cabeza, pero no lo hice por dos razones, tres en realidad:
1. El pibe lo dijo sin maldad.
2. El whisky es para tomarlo, fresquito, para que deje ese gusto reseco en el fondo de la garganta.
3. A Ciro, a James, al los tíos cebados, a Julio el camionero, al cana sádico y parapolicial de la esquina, los observaba yo, no sea que yo me convirtiera en uno de ellos y sus disfuncionalidades.
La ley de Dijkstra, reza "El Mundo es el bicho raro de alguien".

martes, 15 de diciembre de 2009

Asociación Ilicita V

El Mitre ese día estaba hasta las pelotas, almas y personas compartían un espacio mínimo, menos de un metro cuadrado, para cada quién, en pugna por un centímetro cúbico de aire, pudiera de una manera sartreana, intentar abstraerse de una de las expresiones mas populares y colectivas de la ignota existencia del Homo Urbanus. A mi lado un perejil chateaba con el celular, muchos emoticones, simbolitos y corazoncitos pude curiosear en la pantalla de su dispositivo móvil, por lo visto hablaba de cosas importantes.

Un asiento a mi lado se liberó, y fue cuando, como la serpiente en la superstición china, aproveché la oportunidad. Percibí cierta mirada de odio/desprecio/resentimiento aguijoneando mi nuca. A raíz de esto mis reflexiones casi terminan, o casi empiezan, no se, por inclinarse sobre la idea de que en situaciones limites, un tren lleno de gente, una trinchera, la interminable y burocrática fila que hay que hacer para iniciar un tramite en cualquier dependencia del Estado, son "esas pequeñas comodidades", una silla, un espacio de comodidad o una nimia posición donde expresarnos en nuestro plano mas individualista, lo que hace la diferencia. Pero me dije:

-Mejor no empiezo, desde temprano, no...- Mis frenos se activaron como un mecanismo de autodefensa, quizás para reservar energías, o quizás de puro pajero.

Francamente, los violentos sucesos atestiguados en días previos, forzaron que mis siguientes ideas fueran.

-Espero, hoy no cruzarme a los guachos esos, son muy zarpados, van a terminar mal.- En relación a Ciro y a James, igualmente no pude evitar imaginármelos ejerciendo su Justicia, en algún rincón de la Ciudad, dándole sentido a la vida de serviles ciudadanos, a través de su violenta aniquilación.

Me distraje porque en el asiento que tenía directamente enfrente, uno de esos "envases" que pululan por ahí se puso a leer El Argentino, una publicación gratuita, de corte oficialista. Pero que en una que otra de sus paginas siempre, a modo de anzuelo (eso era lo mas deleznable, que el anzuelo estaba vacío, limpio, sin carnada), ilustrados con una fotografía provocativa, se tocaban temas sobre las celebridades mediáticas que en ese momento ocupaban, los diferentes planos de la vida pública, televisión fundamentalmente. Mierda programada, producida y consumida a distancia.

Perdiendo el tiempo, definiendo el entorno que me rodeaba, no me percaté de su presencia.

Lo tenía enfrente, sentado al lado del que leía El Argentino, curioseándole el diario al tipo también, quede estupefacto, solo atiné tenuemente a susurrar:

-Uff...este...esto...- me descoloqué.

El Infractor Habitual, lo tenía visto, no me caía bien, y siempre alguna consecuencia tenía cruzarlo en el camino. Y el tipo, siempre Impune.

El Mitre, no se muy bien porqué, se empezó a saltear estaciones, y desde Retiro, hasta Núñez, no se detuvo en ninguno de los páramos pequeño y mediano burgueses que hay en el camino. Creo que era por algo de los piqueteros, o por un reclamo sindical que los empleados explotados de la empresa tranviaria estaban realizando en las estaciones. El tren iba a los pedos, y hasta las pelotas de gente. Al Negro Fontanarrosa, la escena le hubiera servido de relieve para cualquiera de sus creaciones. Incluso Molina Campos, locuazmente hubiera plasmado un lienzo a partir de este cuadro. Que de cotidiano, resultaba dantesco.

En referencia al Infractor Habitual, me la veía venir.

-Es por la cosecha...- empezó, así, solito, cuando se fué el que leía El Argentino.

-Perdón...?- le dije mas o menos serio, haciendo como si yo pensara que el tipo estaba alcoholizado. Pero no fue suficiente.

-Cuando no es por la cosecha, es por una deidad, cuando no es por mantener un mercado, es simplemente por aburrimiento.- Prosiguió, con mi implícita autorización.

-Pero siempre, siempre, siempre, la humanidad, va seleccionando doncellitas, las va cebando, las trata como reinas, las cubre de regalos, y de placeres terrenales, y por último, las destruye.-

Me percaté que hablaba de las chicas descriptas en El Argentino, en su hoja de Espectáculos, casualmente lo mismo que curioseaba segundos antes.

-Las destruye con drogas, alcohol, sobreexposición, cirugías estéticas, humillación pública, o salvando distancias temporo-espaciales, tirándolas a un volcán, Alejandra Pradón, Britney Spears, Nazarena Velez, Amy Winehouse, son todas facetas de un mismo fenomeno- Me entusiasme, cagandome de risa.

-Tal cual, no pasa tanto con los hombres, pero pasa.-Me respondió -Por ahí porque hace dos mil y pico de años tuvimos bastante con uno, y fuimos y lo crucificamos, anda a saber campeón, los dogmas se instalan de una manera medio rara en el subconsciente colectivo, de cualquier manera es con las minitas donde la perversión de todo esto, se desarrolla mas frecuentemente, así como biológicamente tienen fecha de vencimiento, la misma regla aplica también en estos casos.- Yo me quedé callado, no por empatía, sino porque no sabía cuales serían las consecuencias de responderle.

En Núñez, me baje a tomar una birra, cerré los ojos, mientras el néctar sagrado de la cebada me refrescaba, eclosionando etílicamente en mí. Cuando me despabilé de ese "micro-sopor" etílico, el tipo estaba de nuevo a mi lado. También con una birra. Asentimos con una mirada, cómplices de nuestras propias disfuncionalidades.

Un flaco entro en el barcito de la estación, con una cara, con unos ojos, "la mirada del dragón", hubiera sido el mejor apelativo.

Nuevamente coincidimos con el Infractor.

Y me dijo reconciliando:

-Yo también, siempre escondo uno armado en la Constitución Nacional de la Republica Bolivariana de Venezuela, es un libro chiquito, nadie le da pelota, por eso nadie le da bola a las Constituciones Nacionales, porque las editan en libros chiquitos...tendrían que probar editándolas en libros grandes y llamativos para que todos las recuerden y de esa manera la cumplan un poco mas...la gente le da bola a los libros grandes, como la Biblia.

-Y vos que haces...?- Me dijo con un tono desafiante.

-y...yo mantengo un blog....un par en realidad- Le respondí por decir algo.

-Te tiro una máxima que aprendí el otro día...?- Por dentro yo me preguntaba donde aprendería las cosas este tipo, incuso si estaba dispuesto a que alguien le enseñara algo, pero lo dejé hablar-..."todos los bloggers odian Sex and the City".- remarcó, con el tono de esas irrefutables y soberanas verdades que pocas veces se escuchan o se dicen por miedo a la denostativa calificación de "Políticamente Incorrecto".

Me quedé cayado un ratito, lo cierto es que las rubiecitas finas que aparecen en ese tipo de series un poco de aprehensión me generaban. Por ahí era algo así como un acto reflejo, producto de experiencias (malas) anteriores, además el tono de columna semanal de Cosmpolitan con el que la minita que interpretaba el personaje principal relataba sus peripecias y frivolidades, así como las de sus coparticipes, plagiaba mucho del estilo con el que la mayoría de los bloggers escriben, yo no, yo soy distinto. Pero vaya uno a saber por que. No me gusta Sex and the City.

Como la cosa venía por el lado de la televisión, cerveza de por medio terminamos hablando de publicidad, yo mire mi porroncito, y con la gracia de una babosa en un frasco de mermelada dije:

-Acá en Quilmes, tomándome unas Vicente Lopez...-

-Esa publicidad es una reverenda mierda...-dijo

-A mí me parece creativa...-dije herido en mi honor, por lo del chascarrilo de segundos antes...

-No flaco, queres una publicidad creativa...?

-Agarrá un estadio lleno no menos de una multitud fervorosa que aclama y festeja todo, pero tiene q ser una multitud, algo zarpado, ponelo a Messi o a Ronaldo o a cualquiera de esas estrellas, que el tipo inicie una jugada en mitad de cancha, gambetee a todos...al arquero...llegue al arco, el y el arco...patee... en ese momento que la pelota entra en el arco, la cámara filma desde atrás pero desde adentro del arco, y la pelota se convierte en un porroncito...de Quilmes bien helada blablablablblabla, bla...

-La cámara vuelve a la multitud...-Proseguía.

-Y Messi, Ronaldo, o el que sea...-Se tome un trago de la Quilmes....con una rubia botinera colgada del cuello.

-y pero un futbolista, un deportista...tomando alcohol frente a una multitud que lo aclama con el fervor de miles o millones....-intente, racionalizar...al pedo.

Me miró extrañado por mi ingenuidad, incluso quizás defraudado.

-A dominar masas locooooo!!!!- Respondió.

Tomé un trago mas de birra, por un reflejo involuntario los ojos se me cerraron un poco.

Comencé a intuir el porque de su "alias", Infractor Habitual, tal cual era, lo que hacía Este no solo era transgredir esas barreras que el sistema en su propia autodefensa iba instalando en nuestras existencias marca Billiken, el tipo además transgredía a un nivel que conjugaba cuestiones de naturaleza ética, moral, religiosa, estética y lógica, el tipo era un enfermo. No estoy seguro.

Mientras inventaba una excusa para rajar, como un certero disparo en el hipotálamo me surgió este pensamiento.

-Que cínico mas hijo de puta este...-